Mujer de lujo- Capitulo uno- El

Mujer de lujo – Capitulo uno –Él.

La noche brillaba, como todas las otras. Jessica, unas de mis amigas tocaba mi camarín, ella también estaba muy arreglada, con un corset rosado encendido, unas mallas negras que hacían ver sus piernas delgadas, unos tacos negros altos, su pelo ondulado, y un imponente maquillaje.

Ella era la segunda más preferidas por los hombres en el club de miranda. A veces pensaba que su amistad solo era una careta, en algunas ocasiones la encontraba mirándome fijamente, con un deje de envidia. Pero simplemente me intentaba convencer de que eran solo ideas mías.

Al fin y al cabo, en este trabajo la envidia se sentía en el aire, solo había que ignorarla, y seguir haciendo las cosas como si nada.

Hoy no andaba de ánimos, es más me sentía un poco irritable, tenía que mejorar mi estado de humor, miranda ya estaba por abrir.

Eran las dos de la madrugada, y todavía no aparecía nadie interesante. Solo un par de borrachos, pero de esos estorbos se encargaban las principiantes. Me iba derecho a mi habitación, cuando un mercedes Benz fabuloso, entraba en la mansión, me acerque al ventanal más próximo. Vi cómo se bajaban un grupo grande de hombres jóvenes, muy bien dotados, venían echando risas y empujándose unos a otros, parecían muy divertidos, algo que a este lugar le faltaba, en pocos segundos ya estaban en la puerta principal, al entrar me fije en sus rostros, el mas

El que mas me llamo la atención, era el de pelo cobrizo, no era el mas corpulento, pero tampoco delgado, de tez blanca, y unos ojos verdes tan hermosos que resaltaban desde donde yo estaba, parecía incomodo, como que si lo hubieran obligado a estar allí, me moleste un poco, me enojaban los hombres así, que se las daba de santos. Esos, esos son los peores. Pero el seguía ahí parado, mientras sus amigos ya se habían ido derecho a la barra y a las mujeres.

-        Vamos Edward, hermano- grito el mas  corpulento- ven a divertirte hombre, no seas amargado ¡te casas mañana!

No sé por qué me molesto tanto escuchar que se casaba, total, el noventa por ciento de los hombres que venían a miranda eran casados.

Él solo esbozo una media sonrisa preciosa por cierto, y movió la cabeza, diría yo hasta un poco frustrado.

Al cabo de unos minutos, él ya se había sentado en unos de los sillones, y tenía una copa de brandy en las manos, sus hermanos estaban cada uno con una mujer, pero él seguía allí y solo miraba.

Me sorprendí al ver bajar por la escalera a miranda, ella nunca bajaba a no ser que fuera algo extremadamente importante.

-        ¡Emmett!- saludo con euforia- el que yo tenía identificado como el más corpulento, se dio vuelta, con una sonrisa de oreja a oreja, y corrió a saludarla, dejando de lado la sonrisa interesada de Jessica.

-        ¡por dios miranda! Pero que despampanante estas, cada día más joven, los años no te pasan por encima mujer.

-        Hay si, y tu como siempre tan halagador, no se te escapa ninguna- y los dos estallaron en carcajadas. Me pareció raro, mirando no tenia muchos amigos, a no ser que ese muchacho estuviera metido en sus negocios turbios, pero lo dude, no era de esos, aquellos me los conocía de memoria.

-        Bueno, y ¿Quién es el novio?- Todos los amigos, giraron su cabeza en dirección, al chico de cabello cobrizo. Él solo sonrió tímidamente.

-        ¿Edward verdad? – él se paró rápidamente como todo un caballero.

-        Un gusto- su voz me resulto melodiosa, tan dulce como la mía, tan aterciopelada.

-        ¿y qué haces tan solo ahí?- pregunto miranda- ¿no eres el festejado?-todos rieron- déjame presentarte y mi más grande joya, de seguro te va a encantar.- miranda empezó a buscarme con la  mirada- ¿Dónde esta Bella?- de pronto todos empezaron a busca.

-        Aquí estoy – dije saliendo de mi escondite, de verdad que esta noche no tenía ganas de nada, pero si miranda me llamaba, no quedaba de otra.- sentía como todas las miradas estaban fijas en mí, en mi rostro en mi cuerpo.

-        Pero que bella es- comento Emmett-no sabía que tenía tan preciadas adquisiciones.

-        Así es, ella es única. Bella- se dirigió a mí- te presento a Edward Cullen, quiero que hoy seas su dama de compañía.- tuve que levantar la mirada hacia él, hubiera sido de mala educación no haberlo hecho, ahora no entiendo por qué no me atrevía

Al mirarlo, sus ojos me quemaron tan profundo que me quede sin aire, su sonrisa era tan cálida, que al mirarla daban ganas de sonreír también, su rostro parecía angelical, sentía un picor en la palma de la mano, quería sentir la textura de su piel… ¿Qué me pasaba? Desde hacía mucho que no sentía nada por nadie, y eso no iba a cambiar ahora, ahora que lo tenía todo. 

imágenes: 

Mansión miranda

Bueno chicas ahi esta el capitulo de hoy, espero se hayan divertido. ¿se casara edward? ¿dejara todo bella por el ? eso lo veremos xD

como siempre un placer escribir para ustedes un beso gigante 

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